1. Sé que el título no es nada original, pero tampoco iba a exprimirme el cerebro. Prometieron –o mejor dicho, los comprometieron– ser las revelaciones de sus equipos, los que brillarían con luz propia, que serían electos como las figuras infalibles, se llevarían el Balón de Oro y otras tonteras más que suelen decir mis colegas periodistas y en las que asimismo solemos caer los aficionados. Pero a la hora de la hora, nada de nada. Aquí están, estos son algunos de los que nos decepcionaron (es una nómina totalmente arbitraria y subjetiva, ergo, susceptible a críticas y rectificaciones).
2.
CRISTIANO RONALDO. El jugador luso y del Real Madrid, de 25 años, llegó precedido de sus varios premios en los últimos años y de su increíble fama mediática. Pero al momento de ponerse con la guinda de su selección,
CR9 fue inocuo. Un par de remates en el juego inicial de su grupo contra Costa de Marfil, la agresión mutua con Demel que le valió la amarilla y después, como puse en el comentario respectivo, entró en cortocircuito con la lluvia. Contra la cuasi inexistente selección de Corea del Norte hizo uno de los siete goles portugueses –después de 16 meses con la camiseta nacional de su país– y ya, hasta ahí llegó. En el último partido del grupo, contra Brasil, parecía que no estaba en la cancha. Y contra España, en el trascendental juego de Octavos, tampoco se le vio –aunque sí, al dejar el campo, con todo y un salivazo cerca de la cámara que dio vueltas al globo. Ahora salió con que es padre, presuntamente con alguna dama que alquiló su vientre por la friolera de 12 millones de Euros según
The Sun, aunque las malas lenguas –y yo las creo– dicen que está haciendo la de Ricky Martin.
3.
KAKÁ. Nació en Brasilia hace 28 años. Quizás sea el más conocido de los Atletas de Cristo. Y también, por eso mismo, nos sorprendió a todos que en el partido contra Costa de Marfil –en mi crónica del juego ante los norcoreanos ni lo menciono; tómese en cuenta cuán importante fue su presencia en la cancha–, estando ya el marcador definido, se hiciera echar faltando cinco minutos por un par de tontas agresiones seguidas, que me llevaron a sostener que si había un burro en la selección de Brasil era él. Eso le privó de estar en el pleito con los portugueses, pero reapareció para el juego de Octavos ante Chile, donde hizo un pase gol. En el partido de Octavos contra Holanda sacó un remate al ángulo, otro que se fue cerca del vertical izquierdo y eso fue todo. Transferido hace un año por 65 millones de Euros al Real Madrid, Florentino Pérez y los suyos deben seguirse preguntando si la inversión valió la pena. Por ahora el evangelista jugador ha agradecido los mensajes de apoyo que le han llegado por
Twitter, aunque apenas quedó fuera del mundial tenía un ánimo pesimista que dio para especular que se retiraría de su seleccionado.
4.
LIONEL MESSI. La
Pulga carga desde las Eliminatorias el karma de ser –o que quieran lo sea, mejor dicho– el eje, el motor y la solución del juego de Argentina. El rosarino del ’87 no pudo con tanto peso en los convites previos (en la goleada que se llevaron acá el 1º de abril de 2009 apenas hizo un remate) y tampoco en la entrada principal. En el debut contra Nigeria debió terminar con pesadillas por las sucesivas tapadas que le hizo el gran portero Enyeama. El juego contra los surcoreanos traerá el recuerdo del autogol tras un centro suyo desde el corner, el inicio de la jugada del segundo, los remates previos a que se concrete el tercero y, otra vez, el arranque para el cuarto; eso sí, continúa la búsqueda obsesiva por el gol. El partido con Grecia no se lo sacará nadie de la memoria porque fue capitán; además, siguió buscando su gol –eso de haber llegado con el antecedente de ser el goleador de la temporada en Europa le pesó asimismo todo el tiempo–, fue utilizado como pelota por los griegos y acabó cediendo indirectamente el pase para el que selló el triunfo esa tarde/noche. En Octavos vivió quizás su mejor momento: primero un remate que casi abre el arco de México, luego la asistencia en cucharita o sombrerito para el que rompió las redes y el golpe artero de su compañero –algunos dicen ex– del Barcelona. El partido de las lágrimas, versus Alemania, volvió a mostrarnos al que vimos en La Paz: perdido, incomunicado con el resto, tratando de salvar la cosa sin poder hacerlo, incluso quizás con problemas para respirar (no era la altura sino la afección gripal que le impidió entrenar con los demás). Vicente Del Bosque, entrenador de España, sostuvo que la
Pulga “ha demostrado su talento, ha creado veintitantas ocasiones de gol, ha sido uno de los jugadores del torneo, pero está oculto por la situación de su Selección". Con similar
sprit de corps, su compañero
blaugrana Andrés Iniesta afirmó que no sabía “cuáles son las indicaciones para Leo de parte de su técnico en la Selección, pero más allá de eso es un enorme jugador". El aludido, que salió llorando del Green Point en Ciudad del Cabo, se ha recluido en uno de sus mutismos habituales, aunque un
blog que tiene con la empresa china Tecnet puso el martes el siguiente texto: “Me siento realmente mal, quiero volver a casa. No jugamos bien el partido contra Alemania y tenemos que comenzar desde el principio. Gracias por el apoyo. No cumplimos con las expectativas de mucha gente”. Sea realmente escrito por él o no, la verdad es que de seguro echó –y mucho– de menos a sus compañeros del Barça. Tocará esperar a que se recupere anímicamente y ver si nos depara alguna sorpresa grata en Brasil 2014.
5.
ROBINHO. Con esos epítetos adelantados y erróneos que suelen acometer una y otra vez los periodistas deportivos, alguien tuvo la idea de decir que el nativo de San Vicente hace 26 años era el nuevo Pelé. Y para pesar de ese vendedor de eslóganes baratos, nada más alejado de la realidad tanto en Alemania 2006 como en este mundial. El ahora prestado a Santos, todavía ligado al Manchester City y pretendido, según la red, por el Valencia y aun el Barcelona españoles, no hizo mucho en el torneo. A saber: el golazo contra Holanda en el partido despedida de su selección y el tercero en el anterior, con Chile, fueron lo mejor; la asistencia para el segundo en el juego con los norcoreanos y participar en jugadas de gol a marfileños y chilenos, lo demás. ¿Es poco eso? Para alguien que llega precedido de ese pomposo y pretencioso rótulo –salvando las obvias distancias de épocas– sí. Al mejor jugador joven del mundo en 2005 y mejor de la Copa América 2007 todavía le falta demostrar esos galardones en el torneo mayor.
6.
WAYNE ROONEY. El torito inglés del Manchester United, nacido hace 24 años en Liverpool, no pudo hacer ni siquiera un gol, uno de sus sellos en la Premiere League. Sir Alex Ferguson, su entrenador en el equipo rojo de Manchester, dice que tuvo demasiada presión encima y por eso no rindió. En mis crónicas de la fase de grupos, ni siquiera lo menciono. En el partido de Octavos, versus Alemania, puse que se va incluso sin haber podido mandar una vez la
Jabulani dentro de un arco contrario. “En cuatro años verán a un jugador muy diferente”, pronosticó Ferguson defendiendo a su opacada estela. Por ahora debe estar ocupándose de su esposa, Coleen McLoughlin, una compradora compulsiva. Como dice el refrán, Dios los cría…
7.
SAMUEL ETO’O. Dicen que regaló relojes de 50 mil dólares a cada miembro de la selección de Camerún. Se enfrascó en un inane intercambio verbal con Roger Milla antes del torneo y a la postre el veterano ex jugador acabó teniendo la razón. Nacido en Nkon, Duala, en 1981, Eto’o –capitán de los
Leones Indomables– quiso motivar a sus compañeros y llevar a los verdes, de tan gratos recuerdos en otros mundiales, lo más lejos posible… y eso fue la etapa de grupos. La derrota con Japón marcó el sino de los africanos; en su siguiente juego arrancaron con un gol de su ariete pero fueron vencidos de nuevo, ahora por los daneses; ya eliminados, salieron a jugarse el honor, mas no les alcanzó y sumaron su tercera pérdida al hilo, con un gol de penal hecho por el jugador del Internazionale que sólo sirvió para las estadísticas. Por ahora poco se sabe del otrora delantero del Barça, pero con la edad que tiene poco podrá demostrarnos en Brasil. ¿O estaremos equivocados y será otro decano que nos hará soñar?
8.
DIDIER DROGBA. Llegó lesionado al mundial y eso le condicionó. Hace 32 años que llegó al mundo en Abiyán y, como todos sabemos, es una de las piezas fundamentales en la estructura del Chelsea. Ingresó en la segunda parte del partido con Portugal para intentar una ruptura en el cero, pero no lo consiguió. Contra Brasil partió de titular y estuvo todo el juego: tampoco logró nada. En el juego que pudo significar la continuación de los
Elefantes en Sudáfrica –tenían que conseguir un marcador escandaloso– ayudó a la goleada, pero no pudo anotar. Con mucha más pena que gloria, se fue de la cita ecuménica en medio de un mar silencioso. Lástima: será difícil que llegue al próximo campeonato trascendental de la Fifa.
9.
JONG TAE SE. Considerado el Rooney asiático, será recordado más por las lágrimas emotivas que vertió en el juego con Brasil que por alguna intervención significativa. Nació en Nagoya, Japón, 26 años ha. El ariete del Kawasaki Frontale no pudo embocar una sola vez en las redes sudafricanas y acabó yéndose con toda la vergüenza que implica una docena de goles en contra y apenas uno a favor. Tiene la suerte de jugar en su tierra natal, pero será complicado que la
Chollima y él digan presente de nuevo en los siguientes mundiales.
10.
FRANCK RIBÉRY. Apodado
Scarface por la cicatriz que le dejó un horrendo accidente automovilístico de niño, el boloñés de 27 años que hace cuatro fue subcampeón mundial no pudo sacar la cara por los
bleus. Perseguido por un escándalo de prostitución y probable proxenetismo que aún se dirime en las cortes francesas, Ribéry no pudo tampoco meter un solo gol y fue uno de los que menos lució en los escasos tres partidos en que intervino. ¿Será que cobra revancha en una olimpiada? Le damos el beneficio de la duda.
11. Puede que al parecer de ustedes falte alguna, pero estas son desde mi modesta perspectiva las estrellas que se estrellaron –y en más de un caso muy feo– en este Sudáfrica 2010. Y es que la
Jabulani no se apega a cualquiera y es impredecible, como ya afirmaron los de la Nasa.
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